Flema francesa

Lacaton & Vassal. 96 dwellings, Chalon-sur-Saône

Lacaton & Vassal son posiblemente los arquitectos más desacomplejados del panorama actual. Los más libres.

No se dejan tiranizar por los frentes de trabajo habituales de la disciplina: La formulación de unos fuertes pertrechos lingüísticos o conceptuales; la búsqueda de una espacialidad singular, de una materialidad sofisticada, del más difícil todavía; el poder expresivo de la geometría de una planta o su exquisita si no relamida solución del programa funcional; la pureza de una imagen; la expresividad de un efecto; la perfección técnica de un detalle constructivo; la limpieza de un remate... Nada es imprescindible por sí mismo, se puede atender a todo pero con distancia, con la exigencia justa, sin pudor por no ser excelente en cada aspecto. Ni siquiera han convertido el trato de la sostenibilidad en el baricentro de su discurso, siendo éste un aspecto en el que bien podrían sacar pecho.

Se atreven incluso a romper el tabú de la originalidad, lo que parecía prohibido desde que llegó la arquitectura espectáculo e hizo de ella su máxima y razón de ser. Se repiten soluciones sin empacho (cerramientos de EFTE); se trasladan conjuntos constructivos de un proyecto a otro diferente con total literalidad (invernaderos); se llegan incluso a repetir proyectos si se considera una buena idea (Cité Manifeste Mulhouse y 23 viviendas en Trignac). Todo ello a la luz del día, haciéndolo público, con el aplomo que otorga una personalidad sólida, independiente de los comentaristas globales. Y se me ocurre que todo ello obedece a una gestión eficaz de un trabajo que la mayoría de los arquitectos convierten en una obsesión sin límites ni sentido. Que el equipo de colaboradores que desarrolla cada proyecto se mantenga tan adelgazado tampoco hacen falta más ayuda a que la información circule de forma directa, a que se desperdicie poca energía en la burocracia y se reserve para la arquitectura. Mientras que simultáneamente explica que los proyectos tengan una dosis mesurada de atención a los frentes de la disciplina que citaba más arriba, susceptible cada uno de ellos por sí solo de convertirse en un abismo infinito imposible de colmar.