Watch out, the world's behind you

Lou Reed
De entre todo lo que se ha dicho con motivo del fallecimiento de Lou Reed, hay dos citas suyas a las que no dejo de dar vueltas, por su valiosa lectura de lo que para él significaba su trabajo. Me parece que son una muestra perfecta de cómo puede uno plantearse de forma honesta la participación en una disciplina. 

I’ve always believed that there’s an amazing number of things you can do through a rock ‘n’ roll song. [...] The things I’ve written about wouldn’t be considered a big deal if they appeared in a book or movie.” 

I have never thought of music as a challenge — you always figure the audience is at least as smart as you are.” 

Y sólo puedo admirar que una persona que estuvo en el epicentro de la mayor efervescencia artística de su momento, valorase sin embargo las posibilidades nucleares de su campo de acción; para descubrir que la mejor manera de trascender de tu ámbito es concentrándote en su esencia.

Y sólo puedo admirar que una persona con un comportamiento tan incómodo hacia el público, tuviera sin embargo la lucidez de plantear su obra desde el mayor respeto hacia el mismo.

Y me pregunto si algún arquitecto se propone en semejantes términos su profesión y cómo podría beneficiar a la disciplina que ésta fuera la actitud común.


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"Siempre he pensado que hay un número increíble de cosas que puedes hacer mediante una canción de rock 'n' roll [...] Las cosas que he escrito no tendrían mucha consideración si aparecieran en un libro o una película."
"Nunca he planteado la música como un desafio — siempre piensas que el público es al menos tan inteligente como tú."
Lou Reed

Los límites de la arquitectura

América suburbana. Barrios residenciales anodinos. Vecinos con gorra de béisbol que siegan el césped, niños que pasean en bicicleta. Viviendas de balloon-frame. El sueño americano. En este contexto tan inapropiado nació un tipo arquitectónico, la oficina-taller más famosa de los últimos 50 años: el garaje.

Lugar de peregrinación profana

La oficina sin la cuarta pared, en contacto con la calle y con la vida sin alicientes de un entorno retratado con precisión y sin compasión por la literatura, el cine y el arte norteamericano de la segunda mitad del siglo XX. El barrio donde nunca pasa nada (o donde puede pasar lo más siniestro). Allí donde un arquitecto ni siquiera sospecha que pueda haber arquitectura, en el punto más alejado de la actual moda del coworking, en un espacio sin carácter, aislado y subsidiario, es precisamente donde surgen algunas de las iniciativas con mayor repercusión social y económica de nuestro tiempo.

Un simple repaso por su historia lo desvela: El tipo arquitectónico no es una creación de los arquitectos, mal que les pese, sino de los usuarios.

Porque el garaje no es sólo oficina o taller. También es sala de fiestas, destilería clandestina, circuito de carreras para maquetas de trenes, cuarto de juegos, gimnasio, local de ensayos musicales, estudio de grabación o epicentro de los famosos garage sales norteamericanos, entre otras adaptaciones.

Ejemplos: Microsoft, Apple o Google son tres de las múltiples y famosas empresas tecnológicas que nacieron en un garaje; este mismo espacio acogió al primer estudio cinematográfico de Walt Disney; como tantos otros conjuntos musicales, The Beach Boys empezaron ensayando en este lugar tan habitual (tanto que incluso llegó a acuñarse un género, el garage rock, que se hacía eco de esta práctica); empresarios, artistas e incluso algún arquitecto también han tenido alguna vez su centro de operaciones en un garaje.

Tal es su aceptación, que ha terminado calando en la cultura popular –especialmente norteamericana–, alimentado el imaginario colectivo de generaciones y empujándolo prácticamente hasta la categoría de mito: Algunos son hoy lugares de peregrinación profana...

Un vulgar garaje para ilustrar los límites de la arquitectura, que ni es imprescindible para el óptimo desarrollo de una actividad ni puede anticiparla, por mucho énfasis que ponga en su faceta inventiva. El comportamiento del usuario de un espacio tiene una repercusión sobre el uso y desarrollo del mismo mucho mayor que los planes previos que hubiera trazado el arquitecto. Las personas y su comportamiento siguen llevando la iniciativa en la gestión de las categorías de la arquitectura.

[ACTUALIZACIÓN 30.10.13: aquí]

Mirar desde fuera

Me sorprende escuchar este discurso en España, y lo digo sin inquina ni sarcasmo. Hemos vivido dentro de un invernadero ideológico en lo que se refiere a los objetivos de una disciplina que, mirados desde el exterior del mismo, son más proteicos.

Es positivo, pues, que alguien del peso de Rafael Moneo lo diga: "sería estupendo que en estos tiempos se volviese a dar protagonismo al cumplimiento de las expectativas de lo que debe ofrecer un edificio, que la arquitectura no sea sólo ese ejercicio de investigación que satisface los afanes intelectuales (...) del arquitecto."

Serán ceniza

El informe sobre el estado de la profesión en nuestro país, elaborado por el Sindicato de Arquitectos de España, es el mejor ensayo que se ha escrito sobre la arquitectura española de los últimos 20 años.

Sol y sombra


Brasilia. Fotografías de Alberto Ferreira.

Arquitectos vivos

The Misfits
En mi opinión, hay cuatro arquitectos actuales que han alcanzado el nivel de trascendencia final de la arquitectura. Que pueden decir que hallaron algo diferente, nuevo. Por los méritos acumulados a lo largo de su carrera, son ya necesarios para describir el fuste de la disciplina. Son arquitectos estrella, porque ese ha sido el signo de su tiempo, pero son más que arquitectos estrella. Son los únicos de ese denostado club con una conciencia sobre su trabajo y su condición que, cuando han querido, les ha permitido escapar de aquella jaula dorada. No sé si son mis preferidos, pero seguramente serán los únicos que queden.

Frank Gehry, 1929. Alvaro Siza, 1933. Norman Foster, 1935. Rem Koolhaas, 1944.

La alternativa es vacío

"Yo puedo recordar cuando aún había críticos: Bruno Zevi, Kenneth Frampton, Ignasi de Solà-Morales, Reyner Banham, Oriol Bohigas… Había voces hablando de arquitectura, que analizaban y, en paralelo, proponían. Eran como unos interlocutores a distancia que proporcionaban un referente que te ayudaba a situarte en el mundo.
Este rol ha desparecido, quizá porque no son necesarios… A pesar de que mi opinión es que sí lo son. Para mí sí tuvieron un sentido, una utilidad, y echo a faltar figuras con esa función. Porque la alternativa no es mayor libertad individual, sino una situación en que sólo hay vacío o mentiras."

"Yo creo que el papel más útil de la crítica, antes que dedicarse a poner en tela de juicio, es el de apostar por algo."

Josep Lluis Mateo. Entrevista con Fredy Massad.

Si está construida, no es arquitectura

Peter Eisenman

The 'real architecture' only exists in the drawings. The 'real building' exists outside the drawings. The difference here is that 'architecture' and 'building' are not the same.[1] 

Lo dice Peter Eisenman. La arquitectura y los edificios, dos conjuntos independientes.


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[1]. “La arquitectura verdadera sólo existe en los dibujos. El edificio verdadero sólo existe fuera de los dibujos. La diferencia aquí es que 'arquitectura' y 'edificio' no son lo mismo.“ Peter Eisenman. Entrevista en The Architectural Review.