Lacaton & Vassal

"Actualmente este distrito no presenta ya ningún atractivo y se considera devaluado en opinión de los habitantes de la ciudad. Su imagen se ha degradado. Estas situaciones, aquí como en otros lugares, llevaron a las autoridades a la decisión de derribar, desintegrar, taladrar y diseminar, para recomponer y redefinir planes a gran escala, sin tener en cuenta lo existente.
No estamos de acuerdo con este método. Pensamos que derribar es un error y que podemos hacerlo de manera diferente. Porque si miramos atentamente el barrio, de forma objetiva y desde su interior, se pueden ver cualidades y capacidades: sus habitantes, los espacios verdes, árboles espléndidos, la modernidad, construcciones sólidas, considerablemente bien preservadas y con excelentes vistas abiertas; una situación urbana cercana al centro de la ciudad y con buena conexión de transportes; edificios bien gestionados por el propietario, cercano a los usuarios de las viviendas para resolver sus problemas, su convivencia; y, en general, personas enraizadas en el lugar y apegadas a su barrio pero molestas por su mala imagen. Todo esto tiene un valor, un valor suficiente para considerar que la situación existente posee activos y cualidades preciadas que suponen un consecuente respaldo para una transformación radical y positiva."

El croquis 177/178. Lacaton & Vassal 1993-2015