Pompidou |
Los resultados de los escasos concursos que siguen apareciendo arrojan un sorprendente panorama: La repercusión del terremoto profesional que hemos vivido –estamos viviendo– ha sido nula sobre la carne de la arquitectura que practicamos. Borrando las fechas, es imposible discernir si un ejercicio pertenece a 2004 o 2014.
¿Cómo debe ser la arquitectura de la post-crisis?
No lo sé...
Sí lo sé: diferente de como lo era antes.
Pienso que tal vez la inercia es más fuerte que cualquier otro pistón dentro de la mente del arquitecto. Que, al cabo, no somos tan flexibles como nos autoproclamamos. Que necesitamos más tiempo.
Todavía no existe una arquitectura que ofrezca una reflexión sobre lo que nos ha pasado.