Reglamento intelectual

Tony Judt escribió sobre Albert Camus:

"Una de las cosas que más le desagradaban de los intelectuales parisinos era su convicción de que tenían algo que decir acerca de todo, y de que todo se podía reducir al tipo de cosa que les gustaba decir. También señalaba la relación inversamente proporcional entre el conocimiento de primera mano y la expresión confiada de una opinión intelectual. [...] La responsabilidad intelectual no consistía en tomar partido, sino en rechazar hacerlo donde ésta no existía. En esas circunstancias, el silencio parecía la expresión más adecuada de sus sentimientos más profundos."